miércoles, 23 de enero de 2008

Apuntes...



¿ Quién es santo? ¿ Aquel que obedece a Dios en su debilidad o aquel que pide poseer todas las virtudes más admirables antes de entregarse a su empresa?
(...)
Creo que te ha acosado más de una forma de tentación.

En primer lugar, te dejaste apartar de la oración. No fueron cosas malas las que te distrajeron, pues el enemigo sabe que te convertiste renunciando a ellas. Te alejó a través de placeres legítimos.

Legítimos, tal vez, pero inoportunos e inmoderados. Y en eso consistió tu debilidad.

La segunda tentación es la de aborrecerte a ti mismo por no haber estado a la altura de tu ideal. Eso es orgullo, que abre la puerta a otras cosas mucho peores.



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